Mision papal

Dentro del vaticano, en el reino humano, hay algunos sacerdotes y principalmente cardenales que recuerdan y mantienen contacto con los reducidos pueblos que ahora llaman mitológicos, entre ellos corre el rumor de que el Papa necesita ayuda para poder recopilar alguna información sobre lo que planea Inglaterra y Alemania sobre la sucesión de los cardenales mas importantes de estas tierras, teme que el gobierno vuelva a querer tomar el control de la Iglesia.

El pequeño cardenal esta sentado en su escritorio, su estudio esta completamente cerrado, pareciera trabajar hasta tarde ahí, en el recinto de una de las mas grandes religiones humanas, solo hay una puerta que no esta trabada, es aquella que sale a un pasadizo, este sale directamente al exterior.
Lugar por el cual llegaría cualquiera que quisiera hacer aquel trabajo.

Al enterarse de la mision decidio que le ayudaria para sus fines personales la cual decidio ir.

Ya era la media noche cuadno llego a su destino, la cual con la descripcion busco en cada puerta hasta que una se moviera, se espero un momento y la abrio con lentitud y serenidad, entro y se puso a ispeccionar la habitacion y los holores que ay daban, en la cual me pude percatar que no habia nadie a simple vista asi que estaba decifrando la historia de ese lugar cuando...

El pequeño y rechoncho cardnal levanto la vista con lentitud para repasar a aquel hombre, encojio suavemente los hombros, su ojo experimentado y el aparatito del sensor de la puerta con una pequeña pantalla en el escritorio desifraba cada una de las razas que ahi entraban, y el sistema de seguridad inmediatamente se adecuaba, claro, nada que se pudiera ver, la habitacion no se movia, pero se oian aquello ruidos de metales moviendose para cualquiera de oido mas que fino.

El pequeño hombresillo se acomodo en la silla, mirandole entrar, acomodo sus gafas, su edad ya le pesaba y odiaba que no le dieran permiso aun de que el muchcho que a entrenado para suplirle ya esta mas capacitado, no le dejen tomar su puesto, sus ojos vidriosos y opacos se clavaron en los de el con suma paciencia, su rechonca mano se estiro con educacion para señalar una de las dos sillas que tenia delante de el, la habitacion esta mas por decir que es al estilo clasico, muebles de caoba labrada y demas, pareciera una pequeña biblioteca con el monton de libros mitologicos apilados unos tras otros.

Al ver su seña de mano el garu asintio con la cabeza, bajo su estuche de bajo alado del asiento y fue a checar la biblioteca, saco un libro lo ojeo y lo cerro asi a varios libros hasta que encontro uno y se dispuso a tomar asiento, pero sin antes inspeccionar la silla ni dejar abajo la guardia, se sento en una postura comoda pero alerta a cualquier amenaza que pudiera surgir, volvio a abrir el libro en el cual se pudo percatar que eran escritos vampiricos relacionados con la iglesia por la portada, lo cerro, levanto el rostro asia el cardenal, lo miro a los ojos y con voz cortante le dijo:

*"¿Entonces padre que me podria decir de este libro?. (paso un silencio de medio minuto aproximado) Ok como no quiere hablar de este libro ahorita solo necesito que me de las normas, datos, ubicacion, nombres y todo lo posible para que esta mision salga lo mas practica que se pueda."

En eso la abitacion tomo un silencio aterrador...

El hombresillo solto una carcajada, una carcajada de una voz aguda y chillona, le miro enarcando una ceja, mas que divertido, le encantan esos personajes dantescos, que parecen estar seguros de todo, pero sobre todo, le divierto lo mal educados que son.

-Ese libro no te incumbe y te agradeceria que lo dejaras en su sitio y le quitaras tus manos de ensima.

Dice con toda la calma, levantando las gafas para poder secar los lagrimales que le lloraron con la risa, su voz es casi igual de aguda que la carcajada, solo que tiene un toque de cinismo peculiar.

- Como habras escuchado, tendras que ir a Inglaterra, cosa que no sera nada facil para ti, y particularmente espero que no vuelvas.

Sonrio de medio lado, una sonrisa divertida en su rostro por la mueca que crea, una pantomima digna de un escenario de pelicula de terror barata.

Al escuchar sus palabras el garou guardo un poco de silencio, hizo una sonrisa burlona y después dijo:

"Jaja, estos padres de ahora siempre tratándose de hacerse los gracioso para poder solventar su vida de "miseria y abstención" que muy idiotamente ellos escogieron por voluntad... jeje... la verdad el libro solo era para pasar el rato pero al parecer existen demasiadas personas antipáticas en este mundo... "

El garou cerro el libro y lo dejo en el escritorio. Y despues echando un sonrisa burlona dijo:

"Si tu sonrisa trata de asustarme creo que as fracasado asi que me podrias facilitar las cosas y decirme que tengo que aser, y ser mas especifico en el lugar porque el reino unido no es un lugar muy chico que digamos."

-Si corres con suerte llegaras a la iglesia del temple

Dice sin mas, ya le comienza a tocar las pelotas aquel prepotente ser y francamente, a la menor provocacion esta dispuesto a ejecutarlo, asi, no dice mas, levnatnadose de su sitio camina balanceando su cuerpo por el peso a una puerta, que se recorre a un lado, y se cierra tras el.

Al irse el sacerdote, el garou hizo un gruñido de desden mientras pensaba en todas las cosas sin importancia que le habia dicho el padre, se levanto y mientras se levantaba tiro "accidentalmente" el libro, tomo su estuche de bajo, le echo una ultima inspeccionada al lugar para ver si no tubiera nada de su agrado y se diriio a la salida.

Ya estando fuera, decidió comprar un boleto de avión lo mas pronto posible y dirigirse hacia: Reino unido, Londres.

(Off Rol: espero el aviso para pasar a la siguiente área en la sección de Londres)