Nombre de Pj: Anne-Lise Le Rouge
Edad aparente: 19
Edad real: Nació en el 1667 (341 años)
Sexo: Femenino
Raza: Vampiro, clan LaSombra
Nacionalidad: Inglesa
Pertenencias: Lleva un vestido negro corto de tirantes
Habilidades: Como es característico de su clan Dominación, Obtenebración y Potencia.
Descripción física: Cabello largo y liso hasta la cintura de color negro pero con ciertos reflejos rojizos, ojos verdes aunque se vuelven negros en estado de frenesí. Su piel es pálida y parece delicada. Es de una altura normal tirando a alta, medirá 1’75.
Descripción Psicológica: Es una mujer bastante fría y ambiciosa que no sonríe normalmente si no es acompañado de un sarcasmo. Es difícil adivinar algo por su lenguaje corporal y se caracteriza por su imperturbabilidad.
Historia: Anne – Lise Le Rouge era hija de un adinerado Marqués por lo que creció entre riquezas. A pesar de eso sabía que aquello no duraría para siempre porqué tenía hermanos mayores que se llevarían todo eso y ella se quedaría con nada más que con lo que su futuro marido le pudiera proporcionar. Por eso cuando tuviera la edad de casarse, tenía por seguro que sería con alguien poderoso, al que pudiera manejar a su antojo y con el que pudiera conseguir todo el poder que anhelaba. No quería ser como su madre, una mujer sumisa que atendía a las necesidades de su padre. No, ella estaba segura de que nunca sería así. Ella era ambiciosa, ambicionaba el poder, el dinero y todo lo que la vida le pudiera ofrecer, lo quería absolutamente todo.
Su deseo de conseguir a un marido que se ajustara a esas características fue posible cuando un año fue al palacio de Versalles al baile de máscaras que organizaba el Rey. Ella contaba con 17 años recién cumplidos y allí conoció a un hombre mayor que ella, no muy apuesto, pero que era lo que buscaba. No tardó en conquistarlo ya que él se quedó prendado de ella en cuanto la vio y a finales de ese año ya estaba todo organizado para la boda.
Cuando contaba con 19 años su vida dio un vuelco.
Llevaba dos años utilizando a su marido como marioneta, asegurándose de que todo el mundo pensará que era él el que movía los hilos. Se sentía poderosa aunque le hacía rabiar que todas las alabanzas que estaba consiguiendo desde que estaba con ella por su buen olfato para el dinero fueran a parar a él. Pero sabía que debía ser así, que los hombres pensarán que ella simplemente era una jovencita florero que no hacía nada en la vida, más que ser mantenida por su marido. Era necesario para poder seguir con su posición privilegiada, no tan fácil de conseguir.
Estaba en otra fiesta de máscaras cuando, mientras se cercioraba de que su marido hacía los tratos pertinentes y las relaciones adecuadas, vio como un joven le miraba con descaro. Aquel claramente apuesto joven, con cierto aire misterioso, le cautivó. Decidió que ese era uno de los momentos en los que podía permitirse unos de sus “deslices”, en los que era una mujer débil y se dejaba llevar por la pasión. El joven parecía que le había leído la mente, porqué antes de que ella se acercara este ya estaba junto a ella susurrandole al oído “Nos vemos en el río, junto al bosque a medianoche”
Estuvo toda la fiesta inquieta esperando que se acabara, hasta que finalmente a medianoche consiguió llegar a la cita. Se quedo unos instantes, bajó la luz de la luna esperando a que aquel apuesto joven apareciera. Era una noche fría pero a ella no le importaba, podía soportar aquello mientras él apareciera. Tras ella escuchó el caminar de alguien que se aproximaba. Al darse la vuelta lo vio a él, a su futuro amante, ese apuesto hombre del cual no sabía nada “¿Me estabas esperando?” le susurró al oído mientras mordisqueaba su oreja.
A partir de ahí ella no recuerda mucho más de su transformación.