Concierto

El escenario se alzaba sobre el rio de la plata. El agua relucia brillante por la luna llena. Richard resplandecia por el sudor. Habia empezado el concierto con una camiseta roja y negra, a rallas, pero no habia tardado en arrojar-la al publico. Mantenia sus caracteristicas gafas de sol mientras agarraba tan fuertemente el micro sosteniendolo junto a sus labios, casi mordiendolo.

Con un ultimo rasgido de gitarra acabo la canción del concierto. Casi al instante se produjeron gritos, silbidos y aplausos. Pero lo que mas se oia era una palabra. Encore, Encore, Encore. La audiencia necesitaba una nueva cancion.

La bateria comenzo a sonar y la voz de Richard volvio a sonar en la noche.

Don't Drag Me Down

Al finalizar el concierto Richard se adentra entre las masas, escudado por sus guardaespaldas hasta llegar a su camerino. Un par de groupies se han infiltrado y le acosan, al final consige saciar-las con un autografo y unas cuantas fotos.

Una vez en el camerino, a solas, descansa esperando cualquier visita inesperada.

Roslyn llegó más o menos en la mitad del concierto. Algo aturdida por el ruido que había, abrió los ojos, nadie la había visto.

-Mierda...

Nunca hubiera imaginado que cerca el río se alzara un concierto. La masa de gente daba miedo: gritaban, cantaban, se empujaban, solo para poder llegar a estar en primera fila. No la extrañaría nada que varias personas resultaran heridas, sobre todo, los que estaban en primera fila que sufrirían la avalancha de la muchedumbre de atrás. Se acercó al concierto para escuchar la música quedándose detrás de los focos de luz en uno de los laterales del escenario, pero solo pudo escuchar la última canción. Después de que el cantante saliese del escenario por el lateral donde ella estaba, se arrepintió de haberse quedado ahora la gente iba en masa hacia ella.

Roslyn se echó hacia un lado y buscando otro lugar por donde salir más tranquila llegó sin darse cuenta al camerino del cantante o eso creía ella. Seguro que por eso toda la gente se dirigía hacia allí, intentaban colarse donde estaba el cantante. Bueno no perdía nada por presentarse allí, seguro que este sabía por donde debía de salir.
Justo en ese instante unas cuantas muchachas salen de allí gritando como locas y besando la foto del hombre al que idolatran. Al pasar por su lado la enseñan las fotos firmadas como si a ella le importase. Nunca entendería como puede la gente dar tanta importancia a esas cosas. En su época no hacían eso. Antes de que la puerta se cerrase del todo, la sujeta y dando unos toques asoma la cabeza y pregunta:

-¿Sabe por donde se puede salir sin ser arroyada por la multitud?

OFF: Para una descripcion fisica mirar avatar. Imagen en grande en la ficha.

El camerino esta decorado con fotografias de paisajes y flores, habia bastantes flores, sobretodo lirios blancos y lilas. La fragancia era suave y la estancia estaba bien iluminada. El hombre acababa de salir de la ducha y estaba tumbado en un sofa, con las piernas por encima de uno de los reposabrazos, mientras que tenia la cabeza apoyada en el otro. No llevaba mas que unos cortos pantalones blancos, que mas bien parecian ropa interior. En sus manos hay un libro y esta leyendo comodamente.

Ante la entrada de la joven la mira, lleva las gafas de sol, son rectangulares, uno de los cristales es naranja, el otro es negro, opaco, con una cruz blanca. Escucha sus palabras y sonrie levemente. Señala la puerta por la que ha entrado.

-Hay una forma de salir. Pero si salieras por alli estaria demasiado concurrida cuando fuera a salir yo. Y si salgo yo primero me da a mi que no solucionarias nada. Estaria mas concurrido. Asi que lo mejor sera que cierres la puerta, entres, te pongas comoda y esperes a que se calme la gente. No me importara tener compañia.

Luego vuelve a mirar-la. Levantando levemente las gafas, sus ojos son brillantes e hipnoticos. Por un momento una su expresion es algo confusa. Pero finalmente le sonrie, señala con un pie a una butaca cercana, por si se quiere sentar.

Lee unas paginas mas, hasta acabar el capitulo. Finalmente pone un punto de libro para señalar donde se habia quedado en su lectura y dice:

-No eres de por aqui. ¿Verdad?

Roslyn se quedó de piedra al ver al hombre. Pero, ¡Si ni siquiera llevaba camisa! Esto es muy incorrecto. Roslyn echó una ojeada a la habitación, era bonita, al menos así no tendría que mantener contacto visual con el hombre ahí tumbado. Al final, no tiene más remedio que hacerlo cuando la responde, pero no deja de mirarle a la cara.

La solución que le da es aún peor... Quedarse allí, cuando lo que tendría que estar haciendo es buscarse una casita que estuviese bien y quizás, después, un trabajo. Después de pensarlo un rato, mirando hacia la habitación y el griterío que va en aumento hacia sus espaldas, casi prefiere el griterio poque no sería correcto quedarse con un hombre a solas. Piensa en cerrar la puerta, pero al final entra en la habitación y cierra la puerta. Cuando se vuelve, se queda como inmovilizada en el cuarto, hasta que la señala una silla y Roslyn parece volver en sí, se sienta en ella, aunque intenta moverla un poco más lejos disimuladamente para que todo sea más correcto y así acallar su conciencia.

De todos modos se tranquiliza, ya no está en su época, ahora está en el siglo XXI. Qué difícil que cambiar la forma de pensar. Además, el hombre no se ha movido ni hablado desde que llegó. No va a pasar nada. De todos modos va a asegurarse de llevar las dagas encima cuando vuelve a hablarla.

-Pues no, no soy de aquí. -Dice con un marcado acento escocés, quizá un poco más cerrado de lo habitual-

El hombre se levanta y se acerca a una nevera. Saca dos vasos de un estante y una cocktailera metalica. Saca un limon y una lima de la nevera, los corta por la mitad, y los exprime con un exprimidor, poniendo el zumo en el recipiente de metal. Saca tambien unas cuantas hojas de menta fresca, las machaca un poco hasta que dejan escapar un poco de clorofila fresca y las pone con el zumo de los citricos. Luego saca una botella de un armario cercano, tiene un liquido incoloro en su interior.

-¿Te gusta el tequila?

Ante la incomprension de la mujer, la sonrie. Le enseña la botella, agitandola en el aire. Luego acaba de rellenar el recipiente metalico. Lo tapa con la otra parte de la cocktailera y agita con suaves movimientos circulares. Lo deja reposando un poco. Mientras se acerca a un armario. Parece haber leido la incomodidad de la mujer asi que se pone una camisa sin mangas, de rallas verdes y negras.

Luego vuelve junto a la nevera. Saca una barra de pan y poco a poco corta unas rodajas. Mira que hay en la nevera.

-No hay gran cosa. Espero que te guste el queso.

Saca varios quesos, algunos claros y blandos, otros mas curados, de sabor mas fuerte. Tambien hay un queso con manchas azuladas y un queso en un frasco de aceite. Lo acerca todo en una bandeja a la mesa auxiliar que habia al lado de su sillon. Y la mueve hasta que esta entre la mujer.

Luego vuelve a darle la espalda yendo a por los vasos y a por el cocktail. Se sienta comodamente, llena ambos vasos y le tiende uno a la mujer. Toma el el otro y lo hace tintinear, brindando.

-Espero que te guste, por cierto... ¿tu nombre es?

Lo habia preparado todo. El vaticano habia dicho que se debia controlar a ese cantante. Kerian lo sabia, lo habia oido como terminaba escuchando todo. El concierto era cerca de Arda, era perfecto podria ir, y pedir un autografo, hay gente que conoce a los demas por como firman, quizas seria una buena ocasion. Para ello podria pasar por una fan.

Se preparo bien, poniendose una cinta en el pelo que cubriera tambien las orejas puntiagudas, no debian ver a la elfa que era, sino a la humana que fingia ser.

La ropa era simple, un vestido de color turquesa por encima las rodillas y sin mangas. Algunos elfos habian ido con ella, se habian colado como miembros de la seguridad. La guaron tras el concierto hasta el camerino del cantante. No se habia quedado al concierto, la verdad es que no le interesaba lo más minimo, pero se habia documentado por si acaso...

Llegaron bien hasta el camerino, pues los elfos vestidos de guardias tenian permiso y la escoltaban. Llamaron a la puerta.

- Señor Kadrey, tiene una visita...- el "guardia" que habia llamado luego se acerco al cantante - es de una familia importante.. ya me entiende.

Kerian sonrio como una jovencita que siente cierta verguenza al conocer a su idolo, habia estudiado bien el comportamiento de las jovenes.

Miro al cantante como quien mira una estrella fugaz.

Mira como se levanta y lo sigue con la mirada para ver donde va y qué hace. Nada extraño, solo va a preparar un cocktail.

-Sí, si que me gusta -Había probado el tequila en alguna que otra ocasión en la parte del año que la toca pasar aquí (refiriendose al presente).-

Roslyn casi suspira de alivio cuando el hombre se pone una camisa. Eso la hace sentirse más cómoda y más animada y comienza a hablar más.

-Si me gusta el queso, pero no hace falta que te molestes... -En esta época eso de estar con un cantante, famoso o no, parece ser que es todo un honor. Al ver que sigue a lo suyo sacando quesos, acaba por levantarse algo incómoda- ¿Quieres que te ayude?

Cuando se da cuenta este ya a colocado la mesa y vuelve con los quesos y los vasos de cocktail. Coge el suyo y corresponde al brindis después da un sorbo al vaso con cautela. Está bueno.

-Hmmm Roslyn. -Se queda unos instantes callada. No tiene más remedio que preguntar su nombre ya que no sabe ni que cantante es.- ¿Y tú? -Espera unos segundos y al final pregunta- ¿Eres muy famoso?

Coge un cachito de queso semicurado... No le gustan los quesos muy fuertes y se levanta de la silla y da un pequeño paseo a la habitación para luego volver a sentarse mientras él le contesta.

De repente, entran dos personas, otra fan. No puede evitar sonreir. Que actitud más tonta. Si solo es una firma sobre una imagen de la persona. Para no interrumpir se queda sentada sin soltar palabra. Si la piden que se marche lo hará, aunque no le gusta el griterío que aún se oye tras la puerta. Parece que le están esperando para verle una vez más.

Richard se mueve como pez en el agua entre sus cosas. No necesita ayuda, y antes de que la chica se la ofrezca ya habia preparado todo. Le sonrie tras el brindis y la presentacion. Cuando le pregunta por el y por su fama sonrie, su gesto parece sorprendido.

-Por lo visto no soy tan famoso como pensaba, si no me conoces, me llamo Richard, un placer.

Su sonrisa es sincera y no parece molestar-le que no sea conocido. En ese momento llaman a la puerta el hombre se levanta diciendo.

-Que pase, dejadnos a solas.

Mirando a Roslyn al decir-lo la indica que se quede con una mano. No es necesario que se vaya de alli. La joven es linda, de rostro aniñado y delgado, sonrio timidamente, parecia algo nerviosa. Richard le indica un comodo divan, para que pueda tomar asiento. Se da la espalda y va al estante cercano a la nevera, saca un vaso y lo llena con el cocktail. Luego se lo tiende a la chiquilla.

-¿Quieres?

Deja el vaso sobre la mesa, y toma el suyo, dando un ligero trago. Luego mira a la chica dejando que las gafas resvalen sobre su tabique. Con un gesto nervioso, involuntario, se lleva la mano a la oreja y se coloca el pelo. La mira sonriendo, y con total sinceridad y amabilidad pregunta por ella.

-¿Como te llamas? Tu si que eres de aqui cerca, ¿verdad?

Mira hacia atras cuando los guardias se alejan, y entra sentandose en el divan con cuidado y poniendo bien el vestido. Dejo ir una leve mirada a la chica que ya habia, se quedaba, pero no tenia porque ser un problema, asi que no hizo caso.

Mira con desconcianza el vaso, pocas veces habia bebido esas bebidas de humanos, pero estaba preparada para ello.

-Vaya.. no suelo beber.. pero lo agradezco, eres muy.. amable.

Parecia nerviosa, normal de una fan..cogio el vaso sin prestar atencion al gesto del cantante, para luego levantar la vista al oir la pregunta.

-Kerian..y si, vivo cerca..

En principio eso no era información importante, no le revelaria nada a él, lo que debia pensar era el nombre de una ciudad humana en caso de que preguntara por ella, pero tambien podia recurrir a la desconfianza paternal. Los humanos adultos siempre dicen que no hay que decir la direccion a quien se acaba de conocer.

Saco un papel blanco de un pequeño bolso, la mano le temblaba ligeramente.

-Yo... venia por si podrias..

Brinda ligeramente con Kerian, que acaba de llegar, un extraño nombre para una joven humana, pero un nombre relativamente normal para una elfa. Ademas esas orejas... quizas realmente fuera una fan. Se miro a si mismo tomo el papel que le tendia y un boligrafo que habia alli cerca.

-Claro, claro, no es molestia. Pero no seria mejor...

Toma una polaroid, y se pone al lado de la joven, sonriente. Hace una foto, al poco sale impresa. La toma y con ligeros y habiles trazos escrive en letra cursiva su nombre en la parte blanca del papel. Sonrie mientras lo hace hay algo que le parece divertido en lo que esta haciendo. No tarda en devolverle la foto. Se puede leer claramente "Para Kerian, del hombre de los deseos". El hombre de los deseos era el titulo de su último disco, solo habia un pequeño problema estaba escrito en alto elfo.

Luego da un salto y se pone al lado de Roslyn. Sonriendo de nuevo, y volviendo a hacer una foto. Se la tiende a la joven cuando esta hecha.

-Para que no te olvides de mi.

Se dirigue a una pared, apoyada contra ella reposa una gitarra. La toma entre las manos y comienza a rasgar unas cuerdas.

-Bueno, ¿alguien quiere una canción?

La musica comienza a sonar clara y fuerte en la habitacion. La voz de Richard es clara y potente.

Break Your Heart

Se queda en su sitio ya que no le han ofrecido amablemente a acompañarla a la salida. La muchacha que recién acaba de llegar apenas se ha dignado a mirarla, bueno eso no es muy importante, no la va a volver a ver... Roslyn sólo está esperando a ver si se calman un poco los humos de los demás fans para poder salir tranquilamente y sin ser atropellada ni arrollada.

Mientras da unos sorbos a la bebida, se queda pensativa: Quizá, lo mejor sería ir a algun comercio de alquiler de coches y alquilarlo... Por unos 6 meses, esta vez no se quedará tanto tiempo. Puede coger también una casita por aquí cerca, parece ser un lugar tranquilo, siempre y cuando, no haya más conciertos.

Parece que a Richard le gusta recibir a los fans, en vez de hacerle una simple rúbrica se saca una foto y le escribe algo. Yo sigo tranquilamente sentada en la silla donde me dejó tomándo la bebida cuando de un salto aparece a mi lado tendiendome una foto. La cojo sin saber que hacer con ella.

-Ehmm Muchas gracias -dijo educadamente.- Seguro que no se me olvida el día de hoy...

Al parecer, Richard se ha animado con la perspectiva de tener público, coje una guitarra y comienza a tocar otra de sus canciones. Seguramente la ha cantado también en el concierto, o quizá no. No canta mal. Me quedo en silencio escuchándolo. Al final, en algunos momentos, acabó cantando en voz baja alguna de las partes de la canción. Cuando finaliza la canción comienzo a aplaudir, creo que se lo merece.

-No ha estado mal este concierto privado. Antes no pude escuchar todas las canciones.-Roslyn se fija en la joven, dijo que se llamaba Kerian o algo así. No habla mucho, debe de gustarle mucho el cantante si apenas puede articular palabra. Termino la bebida y la dejo en la mesita auxiliar que puso antes a mi lado. Se produce un pequeño silencio y comienzo a acariciar las dagas que llevo debajo de la chaqueta. Desde pequeña me ha tranquilizado, como si Adam estuviese cerca.

Sonrie timidamente cuando coge el papel pero se sorprende mucho cuando se acerca de golpe y hace una foto.

En Arda no habian muchas camaras de esas pero algunas habia visto ya. No se asusto mucho esa vez, estaba concienciada que podia pasar de todo. Cuando saca la foto se ve en el rostro de ella la sorpresa, pero tampoco queda mal, parece una humana. Sonrie satisfecha al ver que esta firmada, pero de nuevo se sorprende al leerla, y mucho.

-Vaya.. gracias, seguro que ..mis amigas sentiran celos al ver que tengo una foto.

Debia disimular la razon real de su asombro... pero él no podia ser elfo, nada le cubria las orejas y estas eran normales.

Entonces penso que él esperaba algo que la delatara, lo mejor era preguntar que ponia... espero a que se hiciera la foto con la otra chica y de golpe lo dejo ir.

-Espera.. ¿que pone aqui?

Miro a la chica, quizas a ella tambien le habia puesto algo asi... pero no parecia extrañada. Entonces la cancion. No le gustaba ese ruido, pero debia fingir que era una fan, puso de nuevo el rostro de estar viendo una estrella fugaz.

-Vaya.. esto tampoco lo esperaba, es genial tener una cancion solo para nosotras, ¿verdad?

Me dirigi a la chica con una sonrisa, escuchando su comentario tambien. Luego miro un reloj que llevaba.

-Pronto sera tarde.. fuera habia mucha gente, pero en algun momento hay que irse.. sino en casa pueden molestarse si no se les avisa..

Richard mira a Roslyn, contento y luego mira a Kerian. Que parece no saber que pone, curioso, por un momento se plantea seriamente en preguntar si no sabe leer. Pero finalmente decide ser educado.

-Sera nuestro secetro. Lo guardaras, ¿verdad?

Su sonrisa es candida y angelical. Antes de que la joven pueda volver a replicar toma la guitarra y empieza a tocar. La musica fluye, le gustaba esa cancion.

Finalmente Kerian parece querer irse. Se levanta, para despedir-la.

-Le dire a mis guardaespaldas que te acompañen fuera. Roslyn, si quieres, probablemente ya no haya tanta gente y puedas salir sin problemas.

Llamo a los guardaespaldas con un mobil y estos no tardan en llamar a la puerta. Les pide que escorten a ambas señoritas hasta donde les indiquen y que les den una entrada para el proximo concierto.

-Adios señoritas.

Una mujer mira a los guardias entrar, no a quitado ojo del camerino, de la entrada, de sus guardias, sonríe levemente, ha visto al par de chicas entrar, aunque no sabia que harían dentro, la perspectiva de que la ropa escasez y los cuerpos suden le gusta, pero en el aire n esta el olor de la relación carnal, así, contorneando las caderas, se dirige a la entrada del camerino, mirando alrededor, puede notar como alguno que otro hombre se le queda viendo, mas espera a que le dejen entrar por las buenas, de no ser así, siempre puede seducir a uno de los gorilas para que lo haga y le dejen ver a Richard.

Así, de pie frente a la puerta del camerino, se acomoda el cabello y tira de la falda para abajo, como si el pudor le ganara, pero solo es un movimiento que les daría a los hombres que ven su “espalda” una mejor visión de la parte baja de esta.

Roslyn está algo perdida con secretos y no secretos. Se levanta cuando le ofrece a sus guardaespaldas. Eso valdrá. Aunque el ambiente que ha creado el cantante con la música le ha gustado mucho y la hubiese gustado escuchar alguna canción más.

Parece que le ha leído el pensamiento pues la van a invitar junto a la otra muchacha a uno de sus conciertos. Eso estaría bien. Al menos ya tiene planes para realizar en el tiempo que pase aquí.

-Si claro, muchas gracias de nuevo por todo... -Los guardias abren la puerta y casi se da de cara con la mujer que aguardaba en la puerta.- Discul...pe

Roslyn piensa que es la mujer más guapa que haya visto.

La mujer se aparta, dejando el paso a la chica custodiada por aquellos gorilas, le sonríe coqueta a ella y a los hombres, apartándose con rapidez, dejándoles el paso libre sin pensarlo ni un segundo, tal ves le dejen ver a Richard después de todo, para sus adentros eso es precisamente lo que desea, pareciera una fan mas, ya que su rostro es una mezcla de emoción por conocer al que se supone, uno de sus ídolos de música.

Se quedo petrificada al oir lo de Richard.. no podia ser, él no podia ser elfo, debia ser otra cosa, ..¿ pero que? debia investigar más... debia volver a verlo.

Inconcientemente se llevo una mano hacia la oreja derecha, como si quisiera comprovar que seguian como siempre.

Asintio con cierto temblor en la mano cuando la bajo.

Luego se despidio coordialmente, algo mas tranquila.

-Ha sido.. todo un placer, gracias por recibirme... espero verte en otra ocasion..

Sale junto a Roslyn, mirando aquella mujer que esta fuera, es extraña, no le gusta su mirada y la evita, pero tiene algo que parece atrayente, aun asi hace lo posible para evitar fijarse mucho más.

Se acerca a Roslyn entonces, con cierto entusiasmo incluso.

-Eh..¿ como te llamas?, perdona antes no pregunte...

Tenia una sonrisa sincera, antes no habia podido dedicarse a la chica, iba por trabajo.

La mujer les dedica a una sonrisa a ambas cuando salen, aun así, espera paciente a que e concedan ir a ver a Richard, supone que el físico bastara, se rumora en todos los círculos de la música que solo las chicas guapas entran a los camerinos, y no precisamente con la mas casta y pura de las intención, y la suya no era precisamente pura.

La chica no paraba de alisar su vestido, tirando de la falda, alisando también el vientre, podía sentir la mirada de mas de un varón de por ahí y eso le hacia mantener aquella seductora sonrisa, así mismo el viento mecía las hojas de los arboles cercanos, también se colaba refrescante bajo la tela que le cubría, provocando una poco agradable acción en su pecho por el frio, aunque buena para sus fines, ya que saltaban como dos pequeños botones.

Tras acompañar a las señoritas a la puerta ve a la mujer rubia y despampanante que espera fuera. Richard la mira y sonrie, levemente. Haciendo un gesto, y dejando la puerta entreabierta, para que pase si lo desea.

El vuelve al camerino y decide quitar-se las gafas, tiene los ojos cansados y pese a que a las fans les gusta el aire de misterio de sus ojos a veces es mas comodo estar con la vista libre.

Mira por una ventana, observa las plantas los pequeños insectos que trepan por ellas como diminutas fuentes de luz y de energia, el mundo a veces puede resultar muy brillante. Mira un poco mas lejos, fijandose en las dos muchachas a las que acababa de dejar salir de su camerino. La elfa estaba inquieta, y parecia curiosa, quizas no hubiera sido buena idea firmar en elfico, le daria algo en lo que pensar. La otra, parecia feliz de verdad ante la perspectiva del proximo concierto. Bien, siempre es agradable que valoren la musica de uno.

En estas estaba cuando se abrio la puerta de su camerino, de nuevo.

La mujer le vio, sonrió, aquella tampoco era una mujer normal, lo peor de todo, es que se notaba aquella aura, y se conocían los rumores, en fin, así podría tener dos platillos aquella noche, tal vez cambiaria de forma dentro una vez acabado con el que seria el plato de inicio, para después dedicarse a la diablesa que ahí, junto a ella, esperaba lo mismo.

-Si claro, la secretaria, no sabia que ellos, tenían secretarias de la misma condición.

Dice divertida, aunque el sarcasmo es palpable, sus ojos y su voz hablan seductores, tratando de atrapar a la mujer en su encano, al cual, muy pocos se resisten, por eso odia a los ángeles, nunca caen…

Uno de los guardaespaldas, Vincent, le informo de que su secretaria estaba alli. Que raro era aquello, no sabia que la discografica le hubiera mandado una nueva secretaria, tendria que llamar a comprobarlo, aunque mejor esperar a que fuera de mañana, por el momento tendria que improvisar. ¿Seria la rubia que habia visto antes? Desde luego tenia atractivo, habia que reconocerlo, y probablemente podria desempeñar sus funciones adecuadamente. Pero habia algo en ella que no le acababa de gustar... era rubia, no le gustaban especialmente las mujeres rubias, en los ultimos años la gente habia asociado el color amarillo en el cabello de una mujer a la vanidad, y al cantante no le gustaba que asociaran la vanidad con su persona.

Le ordeno a Vincent que dejara pasar a quien estuviera fuera. Mientras se dirigia de nuevo a la cockailera, el contenido estaba casi vacio, asi que volvio a preparar el cocktail, tequila, limon y menta. Le gustaba beber, era uno de los pocos placeres humanos que se concedia. Mientras se masajeaba los ojos suavemente encendio la television que habia frente a los sillones. Estaban dando un combate de lucha libre mejicana, cambio de canal, y en pantalla aparecieron unos coloridos dibujos animados, Las Super Nenas decidió dejarlos de fondo, aunque quito el volumen.

Se sento a esperar a su nueva secretaria, querria hablar con ella.

Andre

Se escucho una risita tras la vos seductora de aquella mujer, al parecer competirían por lo mismo, malditos demonios, es que no saben cuando apartarse del camino? Así, entro tras ella, riendo nuevamente cuando escucha el tono seductor de la “secretaria” al dirigirse a su jefe, en su forma de andar, ella, entro, encontrando una mesita cerca a la puerta, se sentó sobre esta, cruzando las piernas, mantenía las manos en la mesa, balanceando un poco los pies, la falda sube un poco, dejando parte a mas piel que se muestra bajo las mallas, su sonrisa es coqueta mirando a Richard, aunque espera que centre su atención en la otra mujer que avanza a él.

Los ojos de ella repasaban todo, se ve modesto y bonito, aunque después, sus ojos van a posarse en el televisor que pasa los mudos dibujos animados, ladeando el rostro con aquella mirada inocente, cual niña frente a su serie favorita.

Cuando entraron siguio masajeandose los ojos un rato. Oye a la mujer hablar, al menos la voz es agradable, y educada, aunque preferia que le llamaran Richard, o señor Kadrey, señor Richard era un novismo al que no estaba acostumbrado. Aunque lo que realmente le complacia era que le llamaran Don, aunque hacia años que nadie le llamaba asi, ni que nadie tenia su permiso para llamarle asi...

-Por favor, llamame Richard, no soy un señor. Y no hacen falta excesivos formalismos, si la compañia te ha elegido como mi secretaria pasaremos bastante tiempo juntos. ¿Señorita...?

Luego levanta la vista y ve a la persona con la que esta hablando. Pensaba que seria la rubia, pero no, es otra mujer, una mujer morena con zapatos de tacon era atractiva. Pero no era una mujer cualquiera, tras mirarla volvio a masajear sus ojos, sorprendido. Quizas lo mejor fuera tenerla cerca, su hambre no le tenia a el como foco.

Repara en la otra mujer de la habitacion. Mirandola de soslayo, esta si era la rubia que estaba fuera. Y tampoco era una mujer cualquiera, lastima, ¿es que esa noche no vendrian fans normales y corrientes? Con esta habria de ir con mas cuidado, la voracidad de ella si estaba enconada en el, no siempre era agradable ser el foco de atencion, o si... La miro y sonrio, mientras se levantaba, dirigiendose de nuevo a la nevera.

-Parece que hara falta una copa mas. ¿Venis juntas? ¿La compañia no cree que me baste con una secretaria?

Al instante vuelve con dos nuevos vasos cristalinos. Que llena con el liquido verdoso del coktail y le acerca uno a cada uno de ellas, mientras que se sienta en su sillon y les hace un gesto para que se acomoden.